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El bruxismo es aquel trastorno caracterizado por el hábito de apretar o frotar los dientes de manera inconsciente. En la mayoría de los casos este rechinamiento se produce durante la noche, en las fases más profundas del sueño. El estrés, las drogas o determinadas enfermedades pueden provocar que se sufra durante el día.
Las primeras señales de bruxismo aparecen en los dientes. Cuando la presión es continuada se dañan las encías, ya que éstas se inflaman y retraen provocando la sensación de tener el diente “más largo”. Además, se pierde tejido en la zona más cercana a la encía y se produce un corte muy marcado.
Los signos y síntomas del bruxismo pueden comprender los siguientes:
- Rechinar o apretar los dientes, con un sonido que puede ser tan fuerte como para despertar a la persona que duerma contigo
- Dientes aplanados, fracturados, partidos o flojos
- Esmalte dental desgastado, por lo que se ven las capas más profundas de los dientes
- Mayor dolor o sensibilidad dental
- Músculos de la mandíbula cansados o rígidos, o mandíbula trabada que no se puede abrir o cerrar por completo
- Dolor o inflamación de mandíbula, cuello o rostro
- Dolor similar al dolor de oído, pero que no es un problema del oído en realidad
- Dolor de cabeza sordo que comienza en las sienes
- Lastimaduras por morder la parte interna de la mejilla
- Alteración del sueño
El bruxismo se detecta en las revisiones odontológicas periódicas, ya que el odontólogo observará los signos de este trastorno en tus dientes y boca (cambios en los dientes o en la boca).
Una vez sospeche de bruxismo, el doctor intentará averiguar las causas del mismo para evaluar el grado de bruxismo que tiene. Para ello realizará una serie de preguntas y comprobará si hay dolor en la mandíbula, anomalías en dientes (rotos, pérdida de piezas…) u otros daños mediante una radiografía.
En los pacientes que rechinan los dientes por la noche se les realizará las pruebas necesarias para comprobar si tiene apnea del sueño u otros trastornos del sueño.
El bruxismo se puede abordar de diferentes maneras para preservar o mejorar los dientes. Hay que tener en cuenta que el bruxismo no se puede detener, por lo que los tratamientos están dirigidos a evitar o corregir el desgaste de las piezas dentales y los daños en la salud bucodental.
El tratamiento más utilizado es la férula de descarga, totalmente transparente y 100% personalizada para ajustarse a los dientes del paciente. El grosor de esta férula evita que los dientes continúen desgastándose.
Cuando los dientes ya han sufrido un daño importante se llevan a cabo tratamientos para recuperar tanto el diente como la mordida. Esto se complementa con el uso de la férula.
Además, también se recomienda a muchos pacientes que realicen terapias de relajación, leer, hacer deporte…
El uso de la férula de descarga tiene estos beneficios:
- Controla la tensión de la boca
- Impide el desgaste de los dientes
- Mejora el descanso nocturno
- Disminuye el ronquido
- Acaba con las molestias del cuello y la nuca